Evidencia para el Diluvio y la intensidad del Día del Señor

<iframe width="420" height="315" src="https://www.youtube-nocookie.com/embed/CIH6TJD0QOM?rel=0&showinfo=0" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>

Una de las estrategias principales que el Diablo ha utilizado para combatir contra el testimonio de la Biblia es el engaño acerca del libro de Génesis, especialmente el relato de la creación y el del Diluvio en los días de Noé. Este engaño se ha expresado de diversas maneras como los muchos relatos paganos acerca del origen de las cosas que forman parte de las distintas religiones/cosmovisiones a lo largo de la historia. Todas inspiradas por demonios.

En el caso de las sociedades que se adhieren a la posmodernidad, el falso dios (la vanidad) del naturalismo-secular-evolucionista es su deidad. Similar a lo que dijo el profeta Jeremías:

¿Hay entre los ídolos (las vanidades) de las naciones alguien que haga llover? ¿O pueden los cielos solos dar lluvia? ¿No eres Tú, oh Yahweh, nuestro Dios? En Ti, pues, esperamos, Porque Tú has hecho todas estas cosas. (Jer. 14.22)

El Señor ha sido diligente en levantar a testigos fieles en el campo de la ciencia a fin de contrarrestar el engaño del príncipe de este mundo. Entre ellos se encuentra el Dr. Walt Brown, un científico cristiano que ha demostrado de manera clara y contundente la falsedad de la evolución y la verdad de que la creación es reciente y que el Diluvio si ocurrió a escala global (ver el libro en línea «In the Beginning» para más información).

En relación al Diluvio específicamente el Dr. Brown ha presentado desde hace muchos años «La Teoría de las Hidroplacas», reconocida por muchos (incluyendo científicos no cristianos) como la mejor explicación científica para las características físicas y geológicas de la tierra. Lo más sorprendente es que esta teoría es totalmente fiel (en detalle) a la descripción bíblica del Diluvio en los días de Noé.

En adición, la verdad acerca del Diluvio apunta y testifica acerca de la gloriosa y terrible realidad del Día del Señor que está cerca (ver Mat. 24:37-39; 2 Ped. 3:1-18). ¡Por lo tanto, volvámonos de todo corazón al Dios de Israel y a Jesús el Señor, pues el Día está cerca cuando todos esos ídolos-vanidades serán humillados y sólo El será exaltado!

Será humillado el orgullo del hombre y abatido el orgullo de los hombres. Sólo Yahweh será exaltado en aquel día, y los ídolos desaparecerán por completo. (Isa. 2.17–18)