¿Jesucristo? Que nombre más raro…
Creo que la palabra “Jesucristo” pudiera ser una de las palabras más inútiles en sus Biblias, ya que implica que “Cristo” es simplemente una parte del nombre «Jesús» así como “Scofield” lo es para mí… similar a un apellido o apodo. La verdadera tragedia de esto es que te deja sin la sensación que todos los lectores u oyentes originales tenían cuando veían o escuchaban la palabra ‘Cristo’ (“Cristo” es una transliteración del griego “Christos” [Χριστός], así como “Mesías” lo es del hebreo “Mashíakh” [מִשׁיַח]; la traducción es “Ungido”).
En realidad, cada uso de la palabra “Cristo” en la Biblia alude a la figura escatológica conocida como el Mesías. Cuando Jesús y los apóstoles usaban la palabra “Cristo” no era con la intención de inventar un nuevo término o función. Más bien trataban de invocar el conocimiento y las expectativas existentes acerca del Mesías.
Por ejemplo, si quisiera darles más información acerca de lo que es un bombero, ¿por qué habría de describirlo como un ‘cajero’ de un banco? Eso crearía una falsa expectativa de lo que es un bombero. Sin embargo, si un bombero realmente funcianara como un cajero de un banco, entonces mi uso del término se justifica. De igual forma, el término “Cristo” o “Mesías” fue utilizado de manera tal que comunicaba una identidad y función particular que ya había sido claramente definida en la Ley, los Profetas y los Salmos (la Tanakh o Antiguo Testamento, ver Luc. 24:44). En realidad estaban hablando exactamente acerca del Mesías a quien habían estado esperando. Es evidente que muchos tenían suposiciones incorrectas acerca de la función y obra del Mesías, pero eso no significa que lo que el Antiguo Testamento prometió acerca del El era falso.
En su sentido original «Mesías» era el título gubernamental que se le daba al Rey de Israel. Por eso aún el rebelde rey Saúl fue llamado «el Ungido (Mesías) del Señor» (ver 1 Sam. 12:3; 24:6; 26:9). Luego David fue nombrado «el Ungido» (ver 2 Sam. 3:39; 5:17; 19:21; 22:51), y se le prometió que de su descendencia vendría un Ungido/Mesías que reinaría para siempre sobre su trono (ver 2 Sal. 7). Ese mismo sentido, significado y expectativa original continuó y fue confirmado por la proclamación de los apóstoles en el Nuevo Testamento, de manera tal que constituyó el aspecto central de su evangelio (Mat. 1:1; Luc. 1:31-33; Juan 1:40-41, 49; Hch. 13:16-41; Rom. 1:1-4).
¡Por lo tanto, la vida, las enseñanzas y el ministerio de Jesús simplemente trajeron una mayor comprensión acerca del rol mesiánico y confirmaron la esperanza en El, pero no redefinieron el término! Aún más, esto debería darnos convicción de por qué el término «Jesucristo» opaca en gran medida nuestra idea de lo que Mesías/Ungido realmente significa. Si somos honestos con nosotros mismos deberíamos reconocer que lo que viene a nuestra mente cuando escuchamos «Jesucristo» no corresponde a lo que venía a la mente del judío y aún del gentil en el primer siglo.
Para ellos, el Mesías realizaría principalmente tres cosas muy concretas, según lo prometido en las Escrituras. Estas tres cosas fueron anunciadas en el Antiguo Testamento y luego se repiten en el Nuevo Testamento sin cambiar el significado original. Ya que este artículo es un poco más largo de lo que quería, sólo voy a introducir estas tres cosas y en un próximo artículo escribiré con más detalle acerca de ellas. (Hablamos mucho del papel de Jesús en su primera venida, pero éstas tres cosas son las que suelen ser olvidadas o redefinidas con respecto a la expectativa Mesiánica.)
- El Mesías aplastaría la cabeza de la serpiente, por lo tanto destruiría su influencia de sobre la tierra (y por implicación la maldición) y resucitaría a los muertos en su segunda venida.
- El Mesías moriría como sacrificio expiatorio por los pecados, y resucitaría de entre los muertos.
- El Mesías traería un fin completo a la iniquidad y a la injusticia en la tierra en un día.
- El Mesías establecería un reino (un verdadero gobierno) y reinaría en la tierra sobre todas las naciones junto con los justos como partícipes de ese reino eterno.
Yo sé que esto probablemente provoca más preguntas, las cuales espero poder contestar en el siguiente artículo…

Bill Scofield
Coordinador y maestro