La perspectiva de Jesús de la vida eterna

por Feb 5, 2018Videos

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En este video el autor habla acerca del trasfondo judeo-apocalíptico en cuanto a la perspectiva de Jesús acerca de la vida eterna (ver Mat. 19:16-30).

Transcripción de audio

Cuando escuchamos acerca de la vida eterna en la iglesia en la actualidad–lo cual no creo que ocurre con suficiente frecuencia–pero cuando oímos hablar al respecto, es usualmente un tipo de helenismo platónico en el cual la vida eterna consiste de una existencia etérea en un mundo inmaterial en el cual todos flotaremos en nubes para siempre con arpas en un tipo de cántico eterno en el cielo. Y pienso que eso está muy lejos de lo que Jesús y los apóstoles tenían en mente cuando se referían a la vida eterna.

Creo que tenían la perspectiva judía de la vida eterna común en el primer siglo en el cual la historia se dirige hacia un fin apocalíptico en el Día del Señor. En el cual en el día final el Mesías vendrá en gloria con fuego y ángeles. El resucitará a los muertos, establecerá su reino sobre una nueva tierra. Y esta es la perspectiva de la vida eterna que tenían los judíos del primer siglo.

Ahora bien, el problema es que no tenemos ninguna descripción clara de esto, de parte de Jesús o los apóstoles porque ellos simplemente se referían a la vida eterna sin describirla. Y creo que es porque ya todo el mundo tenía en mente lo que la vida eterna significaba básicamente. Había una perspectiva judía común. Pero tenemos ejemplos de esto en los evangelios en los que Jesús se refiere a ésta y luego da indicios de lo que quiere decir con eso.

Un buen ejemplo es Mateo 19 cuando un joven judío rico viene a Jesús y le pregunta, «¿Qué debo hacer para heredar la vida eterna?» Y Jesús dice, «Obedece los mandamientos.» El joven dice, «Ya lo he hecho.» Y Jesús dice, «Entonces vende todo lo que tienes y sígueme.» Básicamente, «Abandona esta vida, sacrifica esta vida para heredar la vida eterna.» Y como sabemos el joven se va decepcionado porque tenía muchas riquezas y no estaba dispuesto a hacer eso.

Entonces Jesús se dirige a sus discípulos y les dice, “En verdad les digo que es difícil que un rico herede el reino de Dios.» Y este es nuestro primer indicador de que para un judío en el primer siglo el reino de Dios, el reino mesiánico, es funcionalmente sinónimo con la vida eterna. Porque ocurren simultáneamente en el Día del Señor, el Día del Juicio, el día final. Por eso Jesús dice entonces, «Es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja, que para un rico entrar en el reino de Dios.» Sus discípulos se asombraron por eso y dicen, «¿quién podrá salvarse?»

Aquí tenemos nuestro segundo indicador: La salvación de la ira que vendrá en el día de la ira es sinónimo del reino de Dios y la vida eterna porque ocurren simultáneamente en el Día del Señor. Por eso luego dice, «Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios.» Y sus discípulos lo miran y le dicen, «¿Nosotros, entonces, qué recibiremos?» «No somos como este joven rico, lo hemos dejado todo para seguirte.» Y Jesús les dice, «En verdad les digo que en la renovación o regeneración de todas las cosas, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, ustedes que me han seguido se sentarán en doce tronos juzgando a las doce tribus de Israel.

Y aquí tenemos el corazón de la perspectiva judía de la vida eterna. Que en el Día del Señor, el día final, Dios renovará todas las cosas. Desde el principio el creó los cielos y la tierra, el creará nuevos cielos y una nueva tierra, la renovación de todas las cosas. Y el Hijo de David, el Hijo del Hombre, se sentará en gloria en el monte Sión y sus apóstoles judíos se sentarán en doce tronos rodeándolo. Y juzgarán a las doce tribus de Israel. Y todas las naciones vendrán a Jerusalén para recibir la bendición divina, la resurrección y la vida eterna. Luego Jesús dice, «Todo el que lo haya dejado todo, los que hayan dejado a padre, a madre, casa, hogar, negocios, campos. Ellos heredarán cien veces más y aún la vida eterna.

Así que el reúne holísticamente, desde la pregunta del joven rico acerca de heredar la vida eterna hasta quienes heredan cien veces más en la vida eterna, que la perspectiva judía de la vida eterna implica la renovación de todas las cosas en el día final con el Hijo de David gobernando gloriosamente y el reino de Dios, junto con ser salvos de la ira venidera. Y los primeros, verso 30, serán últimos y los últimos serán primeros. Lo que significa que el joven rico que vino era percibido por los demás como siendo de los «primeros». Era piadoso, obedecía los mandamientos, había sido bendecido por Dios. Seguramente sería primero en el siglo venidero después del Día del Señor. Pero Jesús dice, «Los primeros, en este siglo, a menudo serán los últimos en el siglo venidero.» Y los últimos–ustedes pescadores, carpinteros, recaudadores de impuestos, pecadores, esos que eran percibidos como últimos en este siglo serán realmente primeros en el siglo venidero.

Y es la visión judía de la vida eterna la que determina a que entregamos nuestra vida. ¿Por qué sacrificamos cosas en esta vida? Y es por esto que es importante, porque se trata de discipulado. Nuestro discipulado está determinado por nuestra perspectiva de la vida eterna. Es por eso que creo que el cristianismo occidental se encuentra en tal descarrilamiento en cuanto al discipulado. Porque rara vez se habla de la vida eterna. De lo que se habla es de toda clase de ideas, de novedades teológicas, de diversas tendencias ministeriales. Y cuando se habla de la vida eterna es en términos de una perspectiva distinta a la del primer siglo.

Por eso la gente no tiene una visión clara en la cual enfocarse y a la cual entregar sus vidas. No sacrificarán sus vidas hasta que tengan una visión de algo más grande–la vida eterna–por la cual entregar esta vida.

John Harrigan

John Harrigan

Autor

John es un plantador de iglesias y misiólogo que vive en el Medio Oriente con su esposa Lydia y sus cuatro hijos. El viaja y enseña acerca de la Cruz, la gran comisión y el regreso de Jesús. Su sitio web es gospelofchristcrucified.com.